CREANDO CONCIENCIA
Recientemente escuché una frase de Juan Carlos Quezada esta dice que cuando todo va bien estamos tan ocupados en lo ordinario y nos apartamos de lo extraordinario.
De repente estamos tan cómodos en nuestra área de confort que parecemos vivir un sueño que jamás terminará. Esto me lleva a recordar que una de las reglas básicas de seguridad en el uso del paracaídas índica que, como equipo mínimo, se deberá llevar un paracaídas principal y uno más de reserva.
Este ejemplo me sirve para ilustrar lo anterior.
La mayoría de nosotros nos sentimos bastante seguros cuando tenemos un empleo, en especial cuando este está muy bien remunerado, y más aún cuando no hemos rebasado los 40 años de edad, casi siempre pensamos que esto durará TODA la vida.
Pero esta forma de ver las cosas es tan peligrosa como el saltar de un avión con solamente el paracaídas principal, y todavía más que eso, porque las probabilidades de fallo en un paracaídas principal son mucho menores que el mantener un empleo por muchos años.
Y lo digo basado en la realidad; por ejemplo en el año pasado no recuerdo haber sabido de algún accidente en paracaídas en México, tal vez los hubo o tal vez no, sin embargo a todo el mundo nos consta de los despidos masivos en empresas, algunos de ellos tomando como pretexto la crisis, y lo peor del asunto es que hubo gente que perdió su trabajo y JAMAS imaginaron que les sucedería, fueron personas que tuvieron su empleo por AÑOS, y entonces NUNCA pensaron en tener una fuente de ingresos extra, algo así como un segundo paracaídas.
Más cuando fueron despedidos el consuelo fue, en algunos casos, una buena liquidación, misma que no fue suficiente para cubrir sus gastos corrientes por mucho tiempo, mientras aún muchos de ellos no logran colocarse, o han terminado haciéndolo a cambio de salarios muy bajos con tal de sobrevivir en espera de algo mejor, QUE NO SIEMPRE LLEGA.
Créemelo que no se trata de una historia sensacionalista, es una realidad, conozco muchos casos.
Siempre he pensado que es mejor buscar otras opciones de ingreso mientras contamos con un empleo, porque cuando lo hemos perdido, entonces las cosas pueden cambiar radicalmente, comenzando con el estado emocional. No es lo mismo tomar una decisión cuando no estamos bajo presión, que cuando estamos desesperados, ya que en primer caso podemos esperar, por ejemplo, a que un negocio rinda frutos sin prisa de por medio, pero en el segundo caso, esperamos resultados inmediatos, que regularmente nunca se dan y entonces sobreviene la frustración y por lo regular el ABANDONO de nuestro intento.
Existe un relato en el libro de Napoleón Hill, “Piense y Hágase Rico”. Que menciona a una persona que, durante la fiebre del oro en Norteamérica logró comprar una mina para buscar el preciado metal, sin embargo después de conseguir una buena extracción de este mineral, la veta parecía haber llegado a su fin. Entonces ABANDONO su intento, vendió la mina, malbarato las herramientas y se RETIRO del intento, entonces quien compró la mina, consiguió asesoría profesional, y después de cavar a UN METRO. ¡¡¡SOLO UN METRO MÁS!!! De donde el anterior dueño ABANDONO la empresa, encontró una cantidad de oro MUCHO MAYOR de la que su antecesor había conseguido.
Esto se parece a lo que a muchos emprendedores les sucede, que al iniciar cualquier negocio, esperan resultados inmediatos, terminan ABANDONANDO su intento sin considerar que TODO TIENE UN PROCESO, se dice que en los negocios apenas logran el éxito el 5% de los que lo intentan en otro 95% fracasa. Esto se debe al ABANDONO. La decisión es muy personal.
CADA QUIEN DECIDE SI DESISTE O PERSISTE